La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una enfermedad grave de los pulmones que con el tiempo hace que respirar sea más difícil. La misma hace referencia al grupo de enfermedades que causan obstrucción de la circulación del aire y generan problemas relacionados con la respiración, entre estas enfermedades se encuentran el enfisema, la bronquitis crónica y el asma.

En las personas que la sufren, las vías respiratorias, que son los tubos que transportan el aire que entra y sale de los
pulmones, están parcialmente obstruidas. Por esta razón, el aire entra y sale con dificultad.

Muchas personas con EPOC evitan realizar las actividades que disfrutaban antes porque les falta el aire con más facilidad. Entre los síntomas de la EPOC están:

✓ Tos constante, también llamada “tos del fumador”.
✓ Sensación de falta de aire al realizar actividades corrientes que antes hacía con facilidad.
✓ Producción excesiva de esputo.
✓ Sensación de falta de aire.
✓ No poder respirar profundo.
✓ Sibilancias (silbidos o chillidos al respirar).

Cuando la EPOC es grave, la sensación de falta de aire y otros síntomas pueden interferir con las tareas más básicas, tales como realizar labores domésticas ligeras, salir a caminar e incluso bañarse y vestirse. La EPOC aparece lentamente y puede empeorar con el tiempo. Por eso es importante que le informe a su médico sobre sus síntomas lo más pronto posible, aunque éstos parezcan leves.

La EPOC evoluciona gradualmente, a menudo debido a varios factores de riesgo asociados, como los siguientes:

✓ Exposición al tabaco por fumar o por exposición pasiva al humo.

✓ Exposición ocupacional a polvos, humos o sustancias químicas.

✓ Contaminación del aire en interiores: en los países de ingreso mediano y bajo con unos niveles elevados de exposición al humo, a menudo se utilizan biocombustibles (madera, estiércol, residuos de cultivos) o carbón vegetal para la cocina y la calefacción.

✓ Eventos en la vida fetal y los primeros años de vida, como el retraso del crecimiento intrauterino, la prematuridad y las infecciones respiratorias frecuentes o graves en la infancia, que impiden que los pulmones se desarrollen por completo

✓ Asma en la infancia, y déficit de alfa-1 antitripsina, una enfermedad congénita rara que puede provocar EPOC a una edad temprana.

Dejar de Fumar: Es la principal y la primera medida para frenar la progresión de la enfermedad.

Ejercicio Físico: Es el mejor instrumento de rehabilitación realizándolo con regularidad y con moderada intensidad, por ejemplo caminar.

Dieta: Establecer una dieta saludable y equilibrada que permita alcanzar un peso normal evitando el sobrepeso y la desnutrición que a veces se asocian a la enfermedad. Mantener una adecuada hidratación.

Medidas Ambientales: Evite la polución e inhalación de contaminantes como lacas, insecticidas, pinturas, detergentes, etc. Evite cambios bruscos de temperatura y excesivo frío.

Cumplimiento del Tratamiento: Es fundamental un adiestramiento correcto en la técnica de inhalación de los diferentes sistemas de inhalación de los fármacos broncodilatadores y antiinflamatorios que se usan para tratar la EPOC.

Introducir cambios en el estilo de vida puede ayudar a que los síntomas de la EPOC mejoren. Dejar de fumar o de vapear es lo principal. Incluso si lleva años fumando, dejar de hacerlo puede ayudar.

✓ Evite el humo ajeno o el que se produce en espacios cerrados al cocinar.

✓ Realice actividad física.

✓ Vacúnese contra la gripe todos los años.

✓ Vacúnese contra la neumonía.

✓ Reciba todas las vacunas contra la COVID-19 disponibles y asegúrese de que se le ponen las dosis de refuerzo más recientes.

Si cree que usted corre el riesgo de sufrir EPOC, hágase una simple prueba respiratoria. Pregúntele a su médico qué alternativas de tratamiento tiene. Usted puede tomar medidas para poder respirar más fácilmente y vivir una vida más larga y activa.

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